Las deudas buenas son aquellas que te ayudan a generar valor o ingresos, como préstamos para educación, vivienda o inversión en un negocio. Lee más.
El concepto de deuda suele estar asociado a una carga financiera negativa, que genera estrés y dificultades a largo plazo. Sin embargo, no todas las deudas son inherentemente perjudiciales para tu situación económica. Existen deudas que, si son gestionadas de manera adecuada, pueden ofrecer beneficios tangibles y contribuir al crecimiento personal, profesional o financiero.
Para que puedas entender la diferencia entre una deuda positiva y una negativa, en este artículo de Bayport examinaremos las características de una “deuda buena”, cómo distinguirla de una deuda que puede ser perjudicial, y recomendaciones clave para manejar de manera responsable cualquier tipo de compromiso financiero. ¿Estás listo? ¡No pares de leer!
¿Qué es una deuda “buena”?
Una deuda “buena” es aquella que, lejos de representar una carga, puede considerarse una “inversión” que generará valor a largo plazo. A diferencia de las deudas asociadas a gastos que no aportan a tu crecimiento o estabilidad financiera, la deuda buena te permite adquirir activos que incrementan tu patrimonio, generan ingresos o mejoran tu calidad de vida.
Ahora bien, existen varias características que identifican a una deuda buena. Primero, se suele utilizar para adquirir activos apreciables, es decir, bienes cuyo valor tiende a aumentar con el tiempo, como una vivienda o una propiedad de inversión. Segundo, este tipo de deuda puede estar asociada a la generación de ingresos, como en el caso de comprar una propiedad para alquilarla o financiar un negocio que ofrezca retornos a largo plazo. Otra característica importante de una deuda buena es cuando contribuye al desarrollo personal que puede incrementar tus oportunidades laborales y tu capacidad de generar mayores ingresos a futuro.
Por último, una deuda buena también puede estar relacionada con la cobertura de necesidades básicas, siempre y cuando se haga dentro de un presupuesto responsable. Financiar la compra de una vivienda o de un carro necesario para trabajar puede ser una deuda aceptable si los términos son razonables y la capacidad de pago está bien calculada. El objetivo principal de una deuda buena es que no solo te permita cubrir un gasto inmediato, sino que también contribuya a mejorar tu situación financiera o personal a largo plazo.
Ejemplos de deudas buenas

Para que puedas comprender mejor el concepto de deuda buena, a continuación te compartiremos algunos ejemplos concretos que ilustran cómo ciertos tipos de deuda pueden ser favorables para tus finanzas:
1. Hipoteca para una vivienda: adquirir una propiedad a través de una hipoteca es una de las formas más comunes y clásicas de deuda buena. Los bienes inmobiliarios tienden a apreciarse con el tiempo, esto significa que el valor de la vivienda puede aumentar mientras pagas tu préstamo. Además de ofrecerte un lugar donde vivir, el inmueble puede ser un activo que en el futuro podría generar una ganancia si decides venderla o arrendarla. Es importante destacar que, aunque sea una deuda a largo plazo, su retorno puede justificar el costo.
2. Préstamos estudiantiles: invertir en educación, ya sea una carrera universitaria, un posgrado o cursos de especialización, es otro ejemplo de deuda buena. Este tipo de préstamos te permite adquirir habilidades y conocimientos que pueden traducirse en mejores oportunidades laborales y un incremento en tus ingresos a lo largo de tu vida profesional. El retorno sobre la inversión de un préstamo estudiantil puede ser considerable, siempre que los estudios se realicen en un área con demanda laboral y se tenga un plan claro para amortizar la deuda.
3. Préstamos para iniciar un negocio: si tienes un plan de negocios sólido y bien estructurado, un préstamo de libranza para emprender o expandir un negocio puede convertirse en una fuente de ingresos recurrente a largo plazo. Aunque emprender conlleva riesgos, el potencial de crecimiento y generación de ingresos puede superar ampliamente el costo del préstamo. Este tipo de deuda puede transformarse en una oportunidad para crear un patrimonio empresarial y generar ingresos adicionales que se multipliquen con el tiempo.
4. Crédito para mejoras en el hogar: renovar o mejorar tu vivienda actual puede ser una inversión estratégica, especialmente si estas mejoras aumentan el valor de tu propiedad. Las remodelaciones, cuando se hacen con prudencia y planificación, no solo mejoran tu calidad de vida, sino que pueden incrementar el valor de tu casa, lo que puede resultar beneficioso si decides venderla más adelante. Mejoras, como la eficiencia energética, modernización de espacios clave como la cocina o el baño, y ampliaciones, suelen tener un alto retorno sobre la inversión.
¿Cómo distinguir una deuda buena de una mala?

Saber diferenciar entre una deuda buena y una mala es esencial para garantizar que tus compromisos financieros trabajen a tu favor y no se conviertan en una carga. A continuación, te compartimos algunos criterios clave que te ayudarán a diferenciar fácilmente estos dos tipos de deudas:
- Propósito: la primera pregunta que debes hacerte es: ¿el dinero que estás pidiendo prestado se utilizará para adquirir un activo que genere ingresos o aumente tu patrimonio? Las deudas malas suelen financiar gastos que no agregan valor a largo plazo, como la compra de artículos de lujo o viajes no planificados.
- Tasa de interés: una deuda buena debe tener una tasa de interés competitiva y razonable. Si el costo del crédito es demasiado alto, es probable que los pagos de intereses superen el valor del activo o servicio adquirido, lo que convierte la deuda en un problema.
- Plazo del préstamo: el plazo de la obligación financiera debe ajustarse a tu capacidad de pago y a tus objetivos financieros. Las deudas de largo plazo, como las hipotecas, deben estar alineadas con el valor que el activo generará con el tiempo.
- Capacidad de pago: una deuda positiva es aquella que puedes gestionar sin comprometer otros aspectos importantes de tu vida financiera. Es fundamental que los pagos mensuales no excedan tu capacidad de pago, de modo que no afecten tus necesidades esenciales o tu ahorro.
Consejos para manejar las deudas de forma responsable

Para aprovechar al máximo las deudas buenas y evitar las malas, es indispensable adoptar una actitud proactiva y disciplinada en cuanto a la gestión de tus finanzas. A continuación, te ofrecemos algunos tips y consejos prácticos que te ayudarán a mantener un control adecuado de tus compromisos financieros y garantizar que las deudas trabajen a tu favor. ¡Presta mucha atención!
1. Crea y sigue un presupuesto detallado: el primer paso para gestionar adecuadamente cualquier deuda es saber exactamente cuáles son tus ingresos y gastos. Un presupuesto bien diseñado te permitirá tener una visión clara de tu flujo de caja y te ayudará a identificar cuánto puedes destinar al pago de deudas sin poner en riesgo otras prioridades financieras.
2. Prioriza el pago de deudas con tasas de interés más altas: si tienes múltiples deudas, es recomendable que priorices aquellas que tengan las tasas de interés más elevadas. Al reducir primero estas deudas, disminuirás el monto total que pagarás en intereses y te liberarás más rápido de las obligaciones más costosas.
3. Establece un fondo de emergencia: contar con un fondo de emergencia te protegerá de imprevistos financieros, como reparaciones inesperadas o gastos médicos, sin necesidad de recurrir a nuevas deudas. Tener este colchón financiero te proporcionará tranquilidad y estabilidad para afrontar eventualidades.
4. Continúa tu educación financiera: mantenerte informado sobre temas de finanzas personales, inversiones y gestión de deudas es crucial para tomar decisiones inteligentes. La educación financiera te permite identificar oportunidades, evitar errores comunes y optimizar el uso de tu dinero.
¿Quieres adquirir una deuda buena para llevar a cabo algún proyecto personal? ¡Solicita ahora tu crédito de libranza!
En Bayport entendemos que hay deudas que pueden ser una herramienta clave para alcanzar tus metas y mejorar tu calidad de vida. Si eres miembro de la Fuerza Pública, pensionado o funcionario público, y necesitas financiar un proyecto personal como la compra de un carro, la educación de tus hijos o el inicio de un emprendimiento, ¡nuestro crédito de libranza podría ser la opción ideal para ti! Con desembolsos de hasta $130 millones COP y plazos flexibles de hasta 144 meses, nosotros te ofrecemos una solución financiera diseñada que podría ayudarte a cumplir tus objetivos sin comprometer tu estabilidad económica.
No dejes pasar la oportunidad de transformar tus planes en realidad mediante una deuda que te ofrezca crecimiento y estabilidad a largo plazo. ¡Solicita tu préstamo de libranza Bayport y toma el control de tu futuro financiero con la confianza de una entidad que cuenta con una larga trayectoria ayudando a los colombianos a hacer realidad sus proyectos personales!
*Sujeto a la aplicación de términos y condiciones de viabilidad para el otorgamiento del crédito
Nota tomada de: Bayport
No hay comentarios.:
Publicar un comentario